Paco Garrido, presidente de Asociación Empresarial de Diseñadores y Productores de Stands y Eventos ON-GO! en Evento Plus
El presidente de la Asociación en calidad de Firma Invitada ha intervenido en Evento Plus , aquí puedes leer el artículo completo:
Las ferias suponen un entorno seguro frente al contagio por la Covid-19, pero ¿en qué se basa esta afirmación? Efectivamente las ferias son seguras y son “rastreadoras” porque desde que un visitante entra en una feria va esparciendo “migas de pan” que no se las comen los pájaros, sino que pasan a formar parte de un granero de datos que proporciona un seguimiento y trazabilidad de dónde, por donde y con quién estuvo el visitante.
Cada día estamos más localizados, y las nuevas tecnologías se ocupan de saber más de cada uno de nosotros. Tu Smartphone te dirá cuanto tardas a la oficina, cuándo subes al coche o vas al gimnasio, sabrá si estas conduciendo, para evitarte distracciones, tu coche detectará si estás cansado en un viaje y te aconsejará dónde estacionar para descansar.
Cuando entras en una feria, con mascarilla, pisas una alfombra que te desinfecta el calzado, te higienizas las manos con cualquier dispensador de hidrogel de los cientos que hay en una feria y te encaminas hacia la entrada o zona de inscripción por unos “pasillos” perfectamente delimitados para no cruzarte con nadie donde se indica mediante señalización donde te debes de colocar manteniendo el distanciamiento social.
Te inscribes y te aproximas hacia los tornos de acceso donde se te valida el acceso y se te mide la temperatura. Este procedimiento está plenamente delimitado y supervisado por personal de seguridad. Toda la información vinculada a tu persona y empresa queda en ese momento archivada sirviendo para controlar el aforo en la feria.
También se sabrá dónde vas mientras estés dentro del recinto, circulando por pasillos rediseñados con más espacio para mantener las distancias, incluso con pasillos de sentido independiente accederás a un pabellón y quedará registrado, manteniendo el control de aforo y cuando llegues al stand seguramente podrás volver a tomarte la temperatura, desinfectar el calzado e higienizar tus manos. Y te encontraras con un stand diferente posiblemente con señalética en el suelo para mantener distancias, mamparas de separación y espacios más amplios, porque las reglas del diseño también han cambiado.
Cuando salgas del stand sabrán quién eres cómo te llamas y con quien hablaste. Y cuando salgas de la feria quedará registrado en cuántos stands estuviste e incluso cuánto tiempo. Sería fácil localizarte si hubieras estado en contacto con alguna persona que diera positivo en los siguientes días.
Pero además de toda esta trazabilidad y medidas de seguridad, circularas por un pabellón que tendrá 15 o 20 metros de altura con un sistema de ventilación pensado para un aforo de casi cuatro veces superior al existente, donde se controlará periódicamente la concentración de CO2.
Tenemos que asumir que tendremos que convivir con la Covi-19 durante un periodo de tiempo incierto, incluso con la llegada de la vacuna esta pandemia no va a desaparecer, y si esto es así y la economía no se puede parar, ¿por qué las ferias que son un lugar tremendamente seguro, que fueron de las primeras en implementar protocolos, y que cambiaron normativas procesos, reglas de diseño, y planimetrías en los pabellones continúan sin actividad?
Quizás la percepción general tras la cancelación del Mobile WORLD Congres fue muy negativa y la reflexión inmediata fue identificar la feria como un lugar de alto riesgo de infección, pero la causa de la cancelación real fue que muchas de las grandes empresas cancelaron en pocas horas y el poder de convocatoria de una Feria que se nutre de ello se derrumbó.
Sin empresas no hay visitantes y a partir de aquí el miedo se instauró entre nosotros y las ferias se cancelaron una tras otra, mientras todo lo demás, con un riesgo difícil de evaluar, pero definitivamente más alto, permanecía abierto. La pandemia se extendió de forma incontrolada, pero no fue por las ferias. Mantener cerradas las ferias no significa evitar contagios sino golpear a la economía, no solo de las ferias y sus proveedores, sino de los clientes, empresas y visitantes que necesitan de esta herramienta para hacer negocios.
El MWC costó 500 millones de Euros de pérdidas, pero ¿cuántos millones de euros costaron a las empresas no cerrar los negocios que en años anteriores se realizaron? No es difícil determinar que si una empresa invierte 6 millones de Euros en un stand es porque el retorno de la inversión será mayor de lo contrario no lo haría.
Para el MWC no estábamos preparados, pero ahora los organizadores, las ferias y los proveedores lo están y mucho, no nos hemos quedado parados y la experiencia y la rapidez en adaptarse a las situaciones cambiantes del mercado en este sector ha sido sin duda la más rápida por el propio ADN de la feria, de los organizadores y de los proveedores.
Es cierto que para asistir a las ferias y más a las internacionales hay que tomar aviones, ir a restaurantes y hoteles. Todavía necesitemos algo más de tiempo, pero los clientes están deseosos de ferias presenciales y los eventos que atraen a un público más local, las ferias más pequeñas son las que si pueden empezar a marcar lo que sugiere el mercado lo cual tendría un efecto positivo, creando confianza para participar con seguridad, un efecto en cascada inverso a lo acontecido el pasado mes de marzo, y un catalizador para la reactivación de la economía a través de las ferias.
Los recintos, los organizadores y proveedores están preparados para la reapertura y esa reapertura es posible hacerla hoy de forma segura, porque las ferias son seguras. Solo hay dos cosas que tenemos que aportar todos, la responsabilidad propia y la prudencia, el resto está todo preparado.
Fuente: Eventoplus
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